Cultura

La Comunidad de Madrid declara la Quinta de los Molinos como Bien de Interés Cultural por su valor histórico, urbanístico y paisajístico

Quinta de los Molinos en Madrid / Comunidad de Madrid

Quinta de los Molinos en Madrid / Comunidad de Madrid

Quinta de los Molinos en Madrid / Comunidad de Madrid

Quinta de los Molinos en Madrid / Comunidad de Madrid

  • Muestra la evolución de un tipo arquitectónico característico de la capital que culminó con esta construcción

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado hoy la declaración de la Quinta de los Molinos como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Patrimonio Histórico, por su elevado valor histórico, urbanístico, paisajístico y botánico.

Este recinto de recreo, uno de los últimos construidos de estas características y famoso por sus almendros en flor, está ubicado en el número 257 de la calle Alcalá, en el distrito de San Blas-Canillejas. Forma parte, junto a Torre Arias y El Capricho, del eje de quintas situadas en la histórica carretera de Aragón, ahora calle de Alcalá.

El objeto de protección comprende todo el conjunto, en el que quedan incluidas tanto las formaciones vegetales como los distintos elementos patrimoniales y sus diversas construcciones. Entre ellos el Palacete de Cort, una de las obras más relevantes del arquitecto César Cort; la Casa del Reloj, complejo situado en la entrada; las antiguas cocheras y almacenes; la lavandería, la pista de tenis, y el invernadero.

El edificio principal se ubicó junto al camino de la Guindalera, que entonces era la vía de acceso. La edificación que se ve hoy, el Palacete, es el resultado de las reformas realizadas por el autor entre los años 1939 y 1954 sobre una estructura anterior.

Por otro lado, la sucesión de espacios ajardinados se inicia en el entorno inmediato del inmueble, con jardines geométricos que se relacionan con las fachadas, siguiendo los preceptos del Secesionismo Vienés. Y la zona agrícola conforma el tercer sector de la finca, con su sistema hidráulico para el riego como uno de sus aspectos más reseñables.

TOMA SU NOMBRE DE LOS MOLINOS DE VIENTO DE EE.UU.

En 1943 se inició un proyecto de reforma y ampliación que incluía una portería y un frente construido en la calle de Alcalá. A lo largo de los años se añadieron 12 fincas, hasta completar las 29 hectáreas que llegó a tener la Quinta de los Molinos, que toma su nombre de los singulares molinos de viento que llegaron de EE.UU. para extraer agua de los pozos en los años 20 del siglo XX.

Entre 1986-1993 se instaló en la Casa del Reloj una Escuela de Jardinería dependiente del Instituto Madrileño de Empleo y Formación Profesional (IMEFE). A partir de 1990, el Centro de Atención de Adicción (CAD) ocupó parte de las edificaciones de acceso desde la calle Alcalá. Ya en julio de 2018 abrió sus puertas en el centro cultural y social Espacio Abierto Quinta de los Molinos.

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