- El último estudio realizado por la plataforma líder en Europa de psicología online revela que sólo una minoría (25%) siente motivación por la vuelta a la rutina
Tras varias semanas de desconexión y descanso durante el verano, volver a la rutina y cambiar el ocio por las obligaciones es un golpe de realidad que no siempre es sencillo. Según el último estudio realizado por Unobravo, el servicio de psicología online líder en Europa, junto a Dynata, el mayor proveedor de datos propios del mundo, septiembre se percibe como un mes marcado por sentimientos encontrados, ya que para muchos españoles supone un nuevo comienzo, y para otros representa una etapa de estrés, ansiedad y presión.
De hecho, el estudio revela que las emociones más asociadas al mes de septiembre son negativas, predominando el estrés (35,4%), seguido de la ansiedad (28%), la tristeza (23%) y la nostalgia (21,5%). Aún así, a día de hoy para muchos este mes se ha convertido en el nuevo enero, el momento en el que muchos sienten que empieza el año. Sin embargo, esta realidad sigue siendo una minoría y pocos son los españoles que sienten motivación (25%), entusiasmo (15,8%) o esperanza (13,9%) frente a la vuelta a la rutina.
Francisco Rivera, Manager Clínico de Unobravo en España, explica: “Volver a la rutina tras el verano es un reto psicológico para la mayoría. La ansiedad, el estrés y la tristeza son reacciones normales a un cambio abrupto, un aviso de que nuestro cuerpo y mente necesitan una transición más gradual. Podemos sentir ese rechazo por los efectos de estas emociones y llegar incluso a paralizarnos ante la “vuelta a la normalidad”. Sin embargo, sentir esto no es un signo de debilidad, sino una respuesta humana que valida lo que experimentamos, ayudándonos a ser más amables con nosotros mismos. Es importante tener las herramientas necesarias para poder gestionar estas emociones y estas situaciones”
Los jóvenes: entre la motivación y el agobio con la vuelta a la rutina
Según los datos de Unobravo, los españoles entre 20 y 24 años son el grupo que presenta las emociones más contradictorias. Casi la mitad de ellos afirma sentir estrés (49%) y, a la vez, motivación (47%) durante el periodo de septiembre. Además, un 48% de los jóvenes entre 20 y 34 años afirma sentirse atrapado en un ciclo de presión y expectativas de manera frecuente, frente a un 31% en los adultos entre 45 y 55 años.
Estos datos reflejan cómo la vuelta a la rutina se convierte para muchos jóvenes en un terreno de emociones encontradas. A la motivación por retomar proyectos y avanzar en su vida personal o profesional se suman, sin embargo, diversos factores que incrementan el estrés y la sensación de agobio. La cultura del éxito inmediato les impone la obligación de cumplir con expectativas muy elevadas, lo que provoca una fuerte sobrecarga mental. Al mismo tiempo, el regreso a la rutina los confronta con la incertidumbre sobre su futuro personal y profesional, alimentando la ansiedad.
A ello se suma la presión que ejercen las redes sociales, donde la exposición constante a vidas aparentemente “perfectas” intensifica la autoexigencia y el sentimiento de no estar a la altura. Todo esto ocurre en un contexto marcado por la inestabilidad social y económica, que añade un nivel extra de preocupación y hace que el camino hacia la estabilidad resulte más difícil.
Incertidumbre financiera y sobrecarga mental, las principales preocupaciones en la vuelta a la rutina
Entre los factores que más pesan en esta etapa del año, destacan las preocupaciones económicas (34%) y la carga mental (32%). A estos, les siguen las expectativas laborales (28,8%) y la vuelta a la dinámica con las rutinas familiares (26,3%). Estos últimos aspectos resultan especialmente relevantes para quienes tienen hijos, ya que casi un 40% de los padres y madres considera las responsabilidades familiares como el aspecto más complicado en la vuelta a la rutina.
Profundizando más, el 43,5% de las mujeres que son madres reconoce sentirse atrapada en un ciclo de presión varias veces a la semana, frente al 35,8% de los hombres que son padres. Asimismo, las madres manifiestan un mayor peso en las cargas familiares y mayor sentimiento generalizado por no haber podido aprovechar lo suficiente el verano, siendo un 40,7% frente al 30,4% de los padres.
Francisco Rivera aconseja: “Para un regreso más tranquilo, debemos abordar todas nuestras preocupaciones y promover la corresponsabilidad para aliviar las cargas y mejorar nuestra salud mental”. Además, asegura: “La planificación y hacer una vuelta gradual ayuda en este aspecto. Reservar un par de días entre las vacaciones y la vuelta al trabajo para ponerse al día con las tareas rutinarias será un tiempo bien invertido que dará sensación de control y reducirá el estrés”.
Metodología del estudio
El estudio ha sido llevado a cabo por Dynata, el mayor proveedor de datos propios del mundo, junto a Unobravo. La muestra total es de 1.006 encuestados, población española, tanto mujeres como hombres de entre 20 y 55 años